jueves. 28.03.2024
DEPORTE Y AUTISMO

La salud física y la inclusión van de la mano

El deporte influye positivamente en muchos aspectos de nuestras vidas. Nos aporta valores como el compañerismo, la generosidad y la competitividad sana. El deporte se utiliza mucho actualmente en casos de autismo (TEA) y también se trata en la actualidad para ofrecer un amplio abanico de posibilidades. Hoy desde Milla Cero hemos querido indagar en esta cuestión un poco más. 
Desfile Olimpico
Federación Autismo de Madrid en su Jornada Deportiva - Fuente: Imagen en acción (Flickr)

Según la Real Academia Española (RAE) el autismo es "un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social caracterizado por patrones del comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados". Convivimos con niños y adultos con autismo, pero no sabemos verdaderamente cómo mejorar su calidad de vida o qué podría ser positivo negativo para ellos. 

 

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Inclusión de alumnos con autismo en actividades de visualización. Fuente: Página Día Internacional del Autismo

 

El deporte tiene efectos muy positivos para nuestra salud tanto mental como física, tal y como nos dicen en Deporte y Salud. Es positivo para nuestra memoria, nuestro bienestar, y nos ofrece un equilibrio personal que nos hace mucho bien. Es muy sabido que el deporte es positivo para los niños con TEA a la hora de desarrollarse e integrarse un poco más en la sociedad, pero solo los expertos conocen cómo estimular a estos niños gracias a algunas actividades deportivas. 

Nos hemos ido al centro de todo para conocer más sobre esta cuestión, los colegios. Ana Miura, profesora de Educación Primaria especializada en Educación Especial, afirma que el deporte es una buena forma de ayudar a incluir a los niños con TEA con los demás alumnos, siempre que se lleve a cabo de forma eficaz. Es decir, puede ser una buena forma de integrarlos o, por el contrario, de hacer que se pongan nerviosos y se aíslen, ya que no comprenden el juego libre, no le encuentran sentido y se sienten perdidos. Por ello dice que es importante practicar deportes con reglas muy estructuradas, o juegos en los que se establezcan normas muy claras, explicándolo todo previamente para que se sientan seguros realizándolo. 

Marina Camino, profesora de Educación Primaria en el centro Nuestra Señora de La Paz, dice que en los colegios se intenta estimular a los niños con TEA a través del deporte. De hecho, los niños autistas del "aula específica" se incluyen en las clases de deporte con los niños del "aula ordinaria", lo que favorece a que interactúen con los demás a través de un juego guiado. Además, actualmente existe en muchos colegios un proyecto llamado "Patios inclusivos", que consiste en establecer distintas postas en el recreo en las que haya un juego organizado, por ejemplo la petanca o el fútbol, y cualquier alumno puede jugar donde quiera,  cosa que favorece especialmente a los niños con este tipo de dificultades. 

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Clase de Educación Física monitorizada en grupo en el patio del colegio.

Para Paula Jiménez, pedagoga con experiencia en aulas específicas en primaria en el centro Rodrigo Caro de Utrera, el deporte es esencial, porque conlleva el trabajo en grupo haciendo que el niño con autismo fomente la actividad motora y las habilidades sociales, que son las que más trabajo le cuesta llevar a cabo, por lo que este aumento de integración con el resto de compañeros será muy positivo para él. A pesar de estas declaraciones de profesionales, para muchos sigue estando muy presente la duda de si sería más positivo que el niño con TEA hiciese deportes individuales o en sesiones a parte a los demás, sobre todo en padres o familiares. Paula nos responde a esto afirmando que las sesiones deportivas deben darse siempre con el resto de alumnos para fomentar la inclusión en aulas ordinarias, lo que beneficia al alumno con autismo en ciertas habilidades tanto físicas como de socialización, y sensibilizaría al resto de compañeros

La inclusión en el deporte de los niños con autismo junto al resto de los alumnos es muy positiva, pero como hemos dicho no solo para ellos, sino que favorecerá a la humanización y sensibilización del resto de los niños, fomentando la empatía y la solidaridad, pero sobre todo la naturalidad que tanta falta hace en las aulas.