domingo. 28.04.2024

Es frecuente fantasear con la idea de hacer algo importante, de poder ser conocidos por algún mérito. No obstante, no todo el mundo quiere alcanzar la fama de la misma manera; concretamente, de una forma simple y de escaso reconocimiento.

Este es el caso de la actual jugadora del Córdoba Club de Fútbol Femenino Korina Clavijo, una joven apasionada de su trabajo, con una simpatía característica que, unida a su talento y determinación, la ha llevado a recorrer medio mundo y participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Korina en el estadio del Córdoba CF con su nueva camiseta.   Foto_Korina Clavijo

Korina en el estadio del Córdoba CF con su nueva camiseta. Foto: Korina Clavijo.

Quedamos una mañana de sábado en una cafetería frente al Paseo de la Ribera. Desde la primera toma de contacto puedo sentir que estoy acompañada de una persona cercana que transmite alegría y confianza, pese a ser la primera vez que nos vemos. El día y el tiempo también deciden presentarse favorables. Hasta llegar a la cafetería me cuenta que actualmente compagina su trabajo en el fútbol con su Tesis de Fin de Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. En apenas unas horas Korina jugará un partido, aun así hace hueco para realizar la entrevista.

Korina Clavijo es una jugadora de fútbol de procedencia colombiana, desde hace apenas tres meses forma parte de la plantilla del Córdoba C.F. Femenino. Anteriormente, ha jugado en el Sporting Club de Huelva. Podemos decir que es una experimentada jugadora, ya que antes de dar el salto a equipos españoles ha demostrado su talento en ligas y partidos latinoamericanos, que le llevaron a participar en los Juegos Olímpicos de Río o en la Copa Libertadores.

Comienzo preguntándole cómo se siente en ese momento. Me responde que se encuentra muy bien, adaptándose al fútbol español y a su nuevo equipo. Korina es una persona muy sincera que no duda en relatarme por qué decidió llevar a cabo este cambio de equipo. Me cuenta que estuvo muy satisfecha durante la primera temporada, aunque un cambio de entrenador en la segunda temporada provocó su descontento y sensación de desconexión del grupo. “Era muy duro entrenar y entrenar y no poder jugar. Necesitaba encontrarme”. En el mes de febrero emprendió un nuevo camino hacia otro equipo español. Considera que este cambio le ayudará a crecer como persona y jugadora. “Cuando una cosa no funciona siempre tiene que haber otro plan”.

Esta positividad que la define la ha ayudado a poder integrarse dentro del nuevo equipo y tener buena relación con sus compañeras y el cuerpo técnico. Para Korina este ambiente es fundamental, no solo se trata de ganar partidos sin importar el estado de ánimo o la salud mental de sus compañeras; se debe trabajar el compañerismo y la confianza con el objetivo de formar un equipo cohesionado, tanto dentro como fuera del campo.

Tras estas palabras me deja saber que a pesar de sentirse a gusto con su equipo, sabe que pueden mejorar más e intenta motivar a su grupo y hacerlas conscientes de la importancia de instaurar el profesionalismo del mismo modo que lo hace un equipo masculino.

Como se aprecia, Korina es una persona con mucha determinación, proactividad y capacidad de liderazgo. Estas son algunas de las razones que propician que aún no se sienta completamente realizada en la parte laboral. “Soy una persona que me gusta que me exijan, no me gusta relajarme, ya que siento que no doy el 100%”.

el fútbol para las mujeres estaba muy estigmatizado, decían que si jugabas al fútbol eras un hombre

Adentrándonos en sus orígenes me cuenta que comenzó a jugar al fútbol a los 8 años con sus amigos del barrio y del colegio. A diferencia de otros niños que a día de hoy se dedican al deporte o al fútbol, no contó con el apoyo de su familia al principio. En aquella época estaba muy estigmatizado el fútbol para las mujeres. Decían que si jugabas al fútbol eras un hombre”. Esta fue la causa por la cual Korina también practicó otros deportes, como natación. Sin embargo, ninguno de estos deportes le evocaba la felicidad que el fútbol conseguía.

Por este motivo solía escaparse con frecuencia para jugar al fútbol. Finalmente, —y a pesar de que en su familia nadie era fanático de este deporte— terminaron aceptando su vocación. Aunque, no todas sus amigas y compañeras tuvieron esa suerte; muchas dejaron el deporte para que cesaran los comentarios de índole machista con los que tenían que lidiar cada vez que lo practicaban.

El fútbol para Korina, además de ser una forma de socialización, fue un modo de desconexión del entorno que la rodeaba. “Soy de un barrio humilde donde hay problemática de droga y pobreza. El futbol me hizo superar y desconectarme de eso”.

He podido sacar adelante mis estudios y mi universidad gracias al fútbol

Dejando atrás su infancia, comenzamos a profundizar en su vida presente, la vida que este deporte le ha ofrecido. Confiesa que no se arrepiente de haber tomado el camino del fútbol, el cual le ha ayudado a formarse profesionalmente y  le ha ofrecido una correcta calidad de vida. “He podido sacar adelante mis estudios y mi universidad gracias al fútbol”. A raíz de iniciarse en este deporte su vida comenzó a cambiar. Un cambio que no solo le ofrecería estabilidad presente, sino también con miras a largo plazo. La joven jugadora ha sabido aprovechar muy bien las oportunidades, y, siendo consciente de que esta forma de vida es temporal, ha decidido formarse académicamente, estudiando el Grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Sin embargo, no solo se ha preparado para poder desenvolverse en el ámbito deportivo, también cursó los estudios de Producción Ganadera y participó en el Mundial de la Mujer Vaquera. Por consiguiente, aprovecho para preguntarle a qué se hubiera dedicado si el fútbol no estuviera presente en su vida. Me responde que le gusta la zootecnia y que cuando se retire del fútbol no descarta hacerse hueco en este mundo.

 

Korina junto a una oveja.   Foto_Corina Clavijo.

Korina junto a una oveja.   Foto: Corina Clavijo.

Confiesa que el fútbol le ha ofrecido cosas increíbles, aunque también ha soportado las consecuencias de este trabajo. Se ha enfrentado a tres cirugías de rodilla en los últimos años, pero siempre ha tratado de salir fortalecida de estas situaciones e intentar seguir mejorando cada día. “Todos los días hay que hacer algo pequeño por lograr la meta”. Relata que, con frecuencia, tenía miedo de no volver a ser la misma, por ello, aprovechó estas difíciles tesituras para analizarse a sí misma, cambiar su forma de pensamiento y aprender a ponerse en el lugar de otros.  

Todos los días hay que hacer algo pequeño por lograr la meta

Le pregunto sobre anécdotas de su trabajo. Me comenta que hay muchísimas, aunque hay una en especial que es la que mejores recuerdos le evoca. Durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se celebraba el clásico desfile de inauguración. Su equipo no pudo asistir, ya que al día siguiente se celebraba el partido en Manaos, donde se encontraba su hotel. Por lo tanto, debido a este inconveniente geográfico decidieron hacer su propio desfile en el hotel. Esta experiencia fue única, avivó el compañerismo que sería necesario afrontar las olimpiadas.

Confiesa que le gustaría que el compañerismo estuviese presente en todos los equipos, sin importar la magnitud del partido. Éste, entre muchos otros, es uno de los factores que diferencian al fútbol masculino del femenino. “En el fútbol masculino los hombres tienen la confianza para poder decirse las cosas a la cara y poder avanzar. Se respaldan siempre”.

Para Korina presenta una gran importancia tener un buen proyecto de marketing que pueda generar ingresos, de este modo se podrá alcanzar una visibilidad semejante a la del fútbol masculino. En la actualidad, no son escasas la peticiones que se realizan para paliar el desajuste entre los equipos masculinos y femeninos. “Estados Unidos lanzó un proyecto que fue aprobado en el congreso para alcanzar la equidad. Así, los equipos femeninos estadounidenses tienen mejores condiciones laborales, las futbolistas son tratadas como atletas profesionales. Su rendimiento y organización son mayores. Tenemos mucho que aprender de ellas”.

los equipos femeninos estadounidenses tienen mejores condiciones laborales, las futbolistas son tratadas como atletas profesionales

Aprovecho para preguntar sobre su relación con el equipo masculino del Córdoba C.F. Señala que no tiene contacto con éste y sería conveniente que esta situación cambiase, ya que es importante que ambos equipos tengan cercanía para lograr crecer en muchos aspectos. No obstante, la jugadora tiene la certeza de que esta situación cambiará. Comenta la importancia de crear un entorno laboral semejante, que les propicie las mismas comodidades, como contar con equipo médico y técnico capacitado. “Las mujeres también estamos lejos de casa y no se nos permite llevar a nuestras familias, a pesar de que nos arriesgamos de la misma forma que los hombres, sufrimos las mismas lesiones y estamos igual de lejos en las fechas destacadas”.

Para finalizar, le pregunto con qué color y animal se identifica, —antes de que respondiera ya me podía imaginar la respuesta—. Rojo, símbolo de la acción, poder y vitalidad, y el león, símbolo del coraje y la dignidad.